viernes, 17 de octubre de 2014

La luz del callejón - Gracia Morales


La Asociación del Diente de Oro tiene el gusto de invitarles a la primera lectura del ciclo La luz del callejón. El próximo lunes celebraremos la poesía con la presencia de una poeta bien conocida por las letras granadinas.
Os esperamos en La Expositiva (C/Cárcel alta, 7).


Gracia Morales

Lunes, 20 de octubre de 2014
21.45 horas

Presenta: Ramón Repiso




Gracia Morales (Motril, Granada, 1973). Doctora en Filología Hispánica por la Universidad de Granada, donde imparte clases de Literatura Hispanoamericana y Española. Es cofundadora de la compañía teatral Remiendo Teatro (2003), en la que ejerce como dramaturga, actriz y ayudante de dirección. 
Tiene publicados los libros de poesía Ocho poemas para andar por casa (2000), Manual de corte y confección (2001), De puertas para dentro (2004), con el que consiguió el Primer Premio de Poesía Javier Egea y La voz en pie (2014). Recientemente ha visto también la luz ¿Eres tú? (2014), un audiolibro de poesía para bebés, escrito en colaboración con Andrés Neuman. Forma parte del equipo editorial de Adarve. Revista de crítica y creación poética, creada en 2006.
Como dramaturga, ha estrenado y publicado una quincena de textos, algunos de los cuales han sido traducidos al francés, inglés e italiano. En esta faceta ha obtiendo varios galardones, como el Premio SGAE de Teatro Infantil y Juvenil (De aventuras, 2010), el Premio SGAE de Teatro (NN 12, 2008), el Premio Miguel Romero Esteo (Un lugar estratégico, 2004), el Premio Marqués de Bradomín (Quince peldaños, 2000) y el Premio Ciudad de Requena (Formulario quinientos veintidós, 2000). 
En 2013 participa, como guionista, en la webserie La grieta, recientemente galardona con el Premio ASECAN y seleccionada en varios festivales internacionales. 


Y un poema, para llegar al lunes:

Almuerzo familiar

A veces,
sólo a veces,
(si fuera siempre así resultaría insoportable)
a mi padre se le escapa
el alma por los ojos.
Mirada de huesos gastados.
Mirada de hipoteca y letras de banco.
Mirada de piel a secas.
Mirada de hombre de la casa entre tanta ropa femenina.

A veces,
sólo a veces
a mi padre se le resbala el alma por los ojos,
y yo quisiera correr detrás a recogerla,
ponerle mercromina
y salivita y sana sana culito de rana...
Sin embargo me quedo quieta,
agazapada en el televisor o los macarrones,
como si hubiera algo de deslealtad e impudicia
en este haberlo pillado,
por descuido,
con todo su cansancio al aire.


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